Es probable que Celso fuera discípulo de Asclepíades, en efecto, aproximadamente hacia el año 30 a.C. escribió un tratado de medicina que recopiló las fuentes griegas.
Sin embargo, es posible que Celso no fuera médico de profesión, aunque había aprendido medicina. Sus numerosas observaciones son aparentemente originales, entre ellas, la descripción del cuadro clínico de la apendicitis. Curiosamente este diagnóstico no aparecerá en los registros de mortalidad hasta 1880.