El conocimiento científico en la modernidad, marca el inicio de un período que se aleja de los métodos aristotélicos caracterizada por la inducción simple a partir de generalizaciones que toman como punto de partida la experiencia corriente y el argumento de “autoridad”. El método aristotélico, ya había sido criticado por Bacon en virtud de lo cual había diseñado una metodología nueva, pero que contó con muy pocos seguidores.
Galileo es considerado el creador del método científico que caracterizará a la ciencia a partir de la modernidad, el método hipotético-deductivo. Los antecedentes deben buscarse en la antigüedad clásica en las figuras de Euclides y Arquímedes, y más tarde en la Escuela de Padua y Leonardo Da Vinci.
Dirá Galileo que las opiniones más antiguas no pueden ser consideradas mejores ya que esto es improbable. Así como en el caso de un hombre en particular, sus determinaciones van siendo más prudentes al paso de los años, las determinaciones más recientes de la humanidad serán también entonces, más verdaderas.
Se supone que existe en la naturaleza una simplicidad evidente. Galileo dirá que la naturaleza no multiplica las cosas sin necesidad, por el contrario siempre utilizará el modo más fácil para lograr el efecto y nada hará en vano.
Se abandona definitivamente la consideración de la esencias para centrarse en la descripción de los fenómenos y su comprensión. Se abandona la idea de conocer las causas últimas de los acontecimientos sino tan solo la regularidad con que éstos se producen, con lo cual los fenómenos antecedentes son llamados “causas”. Entonces, un concepto con el de “gravedad” no será una realidad oculta sino únicamente una palabra que expresa una regularidad.
Existe en la naturaleza un orden racional y necesario que puede ser expresado en términos matemáticos. Esta idea, consistente con las ideas de Platón y Pitágoras. El racionalismo es una característica central del nuevo método científico. La naturaleza posee una estructura real e inteligible que puede ser descripta a través de formulaciones matemáticas. La razón se considera más fiable que la experiencia sensorial: ”la gloria de Copernico es haber vencido sobre lo que los sentidos le hacían creer” Galileo.
Pese al racionalismo postulado, el método de Galileo no ignora la experiencia sino que consiste en lograr una coordinación entre la experiencia sensible y la demostración matemática, ubicándose en algún punto intermedio entre el empirismo de Bacon y el racionalismo deductivo de Descartes.
La experiencia es así, el punto de partida. Pero no se trata de una experiencia vulgar, sino que ésta debe estar supervisada por la razón y reducida a sus elementos fundamentales para ser interpretada matemáticamente, lo cual, dará como resultado una reconstrucción ideal de los datos empíricos. Los experimentos también son construidos a la luz de la razón. Incluso éstos a veces no son realizados en la práctica sino mentalemente.
Galileo realizará también experimentos de laboratorio, y para ello introducirá el uso de aparatos de medición.
En segundo lugar, la razón matemática será la que le permitirá realizar las demostraciones y le dará necesidad e inteligibilidad a la experiencia sensible. Las matemáticas no se usan tan solo para formular con precisión lo observado a través del fenómeno, más bien es la demostración lo que guía el mismo descubrimiento.
Se inspira pues Galileo en el método de “resolución y composición” de la escuela de medicina de Padua (había sido profesor en ella):
Resolución: Se analiza el fenómeno a estudiar y se lo reduce a sus propiedades esenciales descartando todas las demás, operando una abstracción del fenómeno bajo estudio.
Composición: Se elabora una hipótesis (un supuesto) de carácter matemático que une los elementos a los que el fenómeno fue reducido. Luego se reducen matemáticamente las consecuencias de la hipótesis.
Resolución: A través de la experimentación se pone a prueba la hipótesis que comprueben la veracidad de las consecuencias a las que tal hipótesis fue reducida. Lo que se comprueba experimentalmente no es la hipótesis sino sus consecuencias.