Descendencia con modificación y lucha por la supervivencia

Generación espontánea

Charles Darwin, en principo había concebido un modelo del proceso evolutivo que se basaba en la teoría de su antecesor, Lamarck. Imaginó que las alteraciones del medio ambiente tenían un efecto directosobre el cambio biológico de manera tal que, plantas y animales se adaptaban lentamente a los cambios que imponía el mundo físico. Del mismo modo qu eLamarck, pensó en la posibilidad de la generación espontánea en que la materia animada, convirtiéndose en materia viva, iría ocupando los tramos inferiores de la graduación que ordenaba la vida.

Antepasado común

El punto clave fue cuando Darwin, consideró que la evolución no era necesariamente una única línea, la idea de la generación espontánea, perdía sentido. De esta forma, los organismos más simples, podrían dar origen a otros más complejos sin necesidad de desaparecer durante el proceso. Lo que siguió fue el esquema en forma de árbol que se ramifica que forma irregular. Cada especie que surge es una nueva rama y que vuelve a ramificarse una y otra vez. Lo cual representaba claramente la idea de explicar a el origen de las especies a través de la descendencia de un antepasado común. Sin embargo, esta idea no alcanzaba a explicar qué era lo que impulsaba la evolución.

Nuevas especies y adaptación

Darwin especuló con la idea de que los cambios del medio ambiente eran responsables de la producción de alteraciones biológicas. Esta idea, basada en la herencia de los caracteres adquiridos nunca fue abandonada completamente por Darwin.

Pero hacia 1939, Darwin comenzó a pensar que la naturaleza contenía el potencial para las ciertas variaciones aleatorias que sin plan alguno ni utilidad premeditada, aparecían. Esta variación sólo surgía cuando la reproducción era sexual, esto es, no era válida en caso de trasplantes. Estas pequeñas variaciones, progresivamente, llevarían a que la descendencia manifestara cambios permanentes.

Lucha por la subsistencia

Pero que los seres vivos tuvieran una tendencia a diferenciarse de la forma de sus ancestros, no constituía una prueba respecto a que este desarrollo fuera provechoso. ¿Cuál era la fuerza que impulsaba entonces esta dirección?

Habiendo observado las prácticas de cría selectiva a través de las selecciones deliberadas del criador, era posible reconocer un procedimiento que orientaba la variación hace un cauce provechoso. Pero por supuesto, no era posible atribuirle a la naturaleza esta capacidad de planificación. Así, la única alternativa que parecía posible frente a la selección premeditada era la competencia ciega. La fecundidad de la naturaleza, consecuentemente, desataba una lucha por la supervivencia, en tales condiciones, todo individuo que hubiera heredado una variación favorable, tendría más oportunidad de sobrevivir el tiempo necesario para transmitir esa variación a su descendencia.

Los puntos centrales pues, de su teoría fueron entonces: + El planeta ha sufrido y seguirá sufriendo una transformación sistemática, por lo tanto, la vida en ella deberá cambiar para sobrevivir. + La naturaleza ofrece un surtido ilimitado de variaciones azarosas que se transmiten hereditariamente. + La fecundidad de la naturaleza exige una lucha por la supervivencia.