Para Demócrito, los principios de la realidad de las cosas eran el lleno y el vacío. El lleno, se suponía compuesto por un número infinito e indivisible de átomos que careciendo de determinación cualitativa presentaban sí diferencias cuantitativas.
Representante máximo del atomismo antiguo, consideraba que la materia se componía de átomos, en tanto solo existen átomos y su movimiento. Los átomos determinaban tanto la generación como la muerte de las cosas. El alma incluso, estaba también compuesta por átomos.